
La reciente creación de la Gerencia del Centro de Armenia, mediante el Decreto municipal, es una noticia que celebramos desde diversos sectores de la ciudad. Este avance responde a las necesidades históricas de ordenamiento, recuperación y reactivación del centro de la capital quindiana, una zona que concentra a más de 3.500 empresarios y que constituye un eje fundamental de nuestra economía local. Sin embargo, más allá del decreto, qué hay que decir que responde a una de las propuestas adoptadas del documento Proponer, debe trascender del papel a una realidad tangible para la ciudadanía, la cual puede materializarse desde dos ámbitos: un líder y un plan de acción con metas alcanzables.
La Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío ha planteado que la estructura de esta nueva gerencia debe ser robusta y eficaz. Esto implica que si bien la Secretaría de Desarrollo Económico será la entidad líder del proceso a cargo del Secretario Diego Tobón, quien vale la pena resaltar, ha hecho una buena labor entre ellas, el esfuerzo para sacar adelante este decreto entre otras acciones; esta iniciativa debe contar con una persona dedicada 100% a este nuevo esquema con capacidades y conocimiento gerencial y de estructura de ciudad inteligente, con funciones claras de articulación y gestión, acompañado por un equipo técnico competente.
Además, debe existir un plan de acción integral, con cronogramas definidos y mecanismos de seguimiento que no solo midan el cumplimiento, sino el impacto real de las acciones en el centro de la ciudad.
Uno de los principales retos será la recuperación del espacio público, un problema que requiere soluciones radicales y sostenibles. La reubicación de vendedores ambulantes, por ejemplo, se debe evitar trasladar el problema de una zona a otra. En su lugar, es necesario implementar estrategias que fomenten la asociatividad, generando oportunidades laborales dignas, que mejoren la calidad de vida de las personas que actualmente ocupan el espacio público.
El embellecimiento y la infraestructura del centro tampoco pueden quedar relegados. Sectores como la Calle Real, la Calle 19 y el Centro Comercial del Café necesitan intervenciones contundentes. La propuesta de un CAI móvil y la implementación de estrategias culturales, como el programa «Volvamos al Centro», son ejemplos de iniciativas que podrían devolverle a esta zona su vitalidad. Sin embargo, para que estas acciones sean exitosas, será indispensable contar con una fuerte campaña de cultura ciudadana que involucre a todos los actores: comerciantes, residentes, turistas y transeúntes en general.
Es imperativo que las intervenciones se prioricen según las necesidades más urgentes, como el consumo de estupefacientes, habitante de calle, organización de ventas ambulantes, la disposición inadecuada de residuos, entre otros. De igual manera, la integración de programas educativos que promuevan comportamientos responsables, como «Los Niños Educan Armenia», puede ser un ejemplo de cómo construir una ciudad más ordenada y habitable desde sus bases.
Por último, esta gerencia debe convertirse en un modelo nacional, siguiendo ejemplos exitosos como la cultura ciudadana del Metro de Medellín. Armenia tiene el potencial de liderar una transformación que no solo revitalice su centro, sino que lo convierta en un espacio atractivo y funcional para todos. La responsabilidad es inmensa, pero las herramientas están sobre la mesa. Ahora, lo que hace falta es concretar un plan de acción claro en sinergia con el compromiso ciudadano y una ejecución que convierta esta iniciativa en ejemplo.