
En tiempos donde la sostenibilidad es más que una tendencia, hoy debemos comprender que el reciclaje es, ante todo, una actividad económica digna, transformadora y estratégica para cientos de familias que conforman la economía popular. Más allá de ser una acción ecológica, es un modelo de negocio que puede y debe ser rentable, con la capacidad de generar ingresos sostenibles y de mejorar la calidad de vida de quienes históricamente han sido, silenciosamente, parte del tejido empresarial y social.
Desde la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, en los últimos cinco años, hemos trabajado en dignificar el rol de los recicladores, reconociéndolos como empresarios, como líderes de microempresas que cumplen una función clave dentro del engranaje de la economía circular. Este reconocimiento no ha sido simbólico: se ha traducido en formación, organización, acompañamiento y visibilización. Así, lo que antes se percibía como un oficio marginal, hoy se está transformando en una fuente de estabilidad económica para muchas familias del departamento.
Lo más relevante ha sido ver cómo personas, que tradicionalmente no se veían como empresarios, ahora comprenden el valor de la asociatividad, la formalización y la gestión empresarial. Lo anterior, través de programas de fortalecimiento, muchas de estas familias han empezado a estructurar sus actividades como unidades productivas, entendiendo la importancia de manejar inventarios, calcular costos, proyectar ingresos, y, sobre todo, planificar el futuro de sus negocios.
Durante el proceso de fortalecimiento empresarial liderado por la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, siete organizaciones de recicladores de oficio han sido acompañados en su ruta de formalización y desarrollo empresarial. Estas organizaciones benefician alrededor de
330 personas que hacen parte activa de asociaciones legalmente constituidas, han recibido formación en modelos de negocio y atención al cliente. Además, se ha evidenciado un aumento en sus ingresos mensuales, lo que demuestra cómo este modelo de acompañamiento no solo mejora las condiciones económicas, sino que dignifica el oficio y lo convierte en motor real de inclusión y desarrollo sostenible.
Por mencionar algunos resultados, entre 2024 y 2025 gracias a la gestión de los residuos en algunos Festivales de la Cámara de Comercio se han logrado aprovechar alrededor de 3 toneladas de residuos que no llegaron al Relleno sanitario.
En organizaciones como Asociación de Recuperadores de Salento, en los últimos cinco años gracias a este acompañamiento han aumentado 5% de usuarios nuevos lo que representa un aumento de un promedio de 10 toneladas por año.
Organizaciones como Reocol y Aprohabitat han sido aliados estratégicos para la recuperación de once puntos disposición inadecuada dirigida a más de 300 establecimientos comerciales del centro de Armenia, además de haberles dado una identidad con la entrega de chalecos a los recicladores que atienden el centro de la ciudad.
Si hablamos de Coragyps atratus se logró fortalecer su actuar comercial integrando a sus cliente al Parque del Café e incremento de seis toneladas por año. Con Eje Ambiente Quindío de Circasia, se dio la apertura de dos rutas selectivas nuevas en los últimos cinco años lo que significa 200 nuevos usuarios.
Casos puntuales como lo vivido este fin de semana con el apoyo de la Cámara de Comercio, cinco organizaciones de recicladores, participaron en el Foro nacional de Inclusión, Circularidad y Alianzas organizado por la Fundación Familia, escenario donde estos hoy, empresarios pudieron participar de paneles, conferencias y mesas de trabajo que contaron con la participación de entidades como el WWF, el gobierno suizo, mexicano y costarricense, representantes gubernamentales y empresas comprometidas con la sostenibilidad. En la versión 2025 del foro participaron cinco representantes del Quindío, líderes de las organizaciones Reocol (Armenia), Eje Ambiente Quindío (Circasia), Asociación de Recuperadores de Salento (Salento), Coragyps Atratus (Montenegro) y Asoprosperar (Armenia).
Y hay que decir que estos modelos no funcionan sino existen alianzas, estos procesos han sido claves de la mano de entidades como la CRQ, nuestra Universidad Von Humboldt, empresas públicas de aseo como EPA y Urbaser, y otros aliados nacionales como Smurfit Kappa, Familia, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Termino diciendo que ver a un actor social, tradicionalmente ubicado en los márgenes económicos, participar en escenarios internacionales representa mucho más que una presencia simbólica. Es un acto de reivindicación, empoderamiento y transformación que termina impactando positivamente el desarrollo social y económico del departamento.



