martes, diciembre 16, 2025

El desarrollo económico también se construye desde la cultura, la identidad y la experiencia. Por eso, durante algunos años, desde la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, de la mano de las juntas de comerciantes e instituciones locales, le hemos apostado decididamente a los festivales como una herramienta real de dinamización económica, cohesión social y posicionamiento territorial.

Nuestro propósito es que el Quindío se convierta en un escenario de festivales permanente. Un territorio que recibe visitantes, que genera ingresos para el local y que avanza en la tan necesaria desestacionalización del turismo. No en vano, desde la Cámara de comercio, avanzamos en el fortalecimiento de un festival por municipio con las Juntas de comerciantes y otros aliados como las alcaldías municipalesgremios, empresarios e instituciones, algunos de los cuales menciono a continuación: Filandia un solo Jardín (Alcaldía y Junta de comerciantes), Festival del Maíz en Barcelona (Junta de comerciantes y Alcaldía de Calarcá), Festival Versos y Sabores en la vereda La Bella, Festival Calarcá Sabe a Café y Circasia Huele a café (Comité de cafeteros, Katarte, Cooperativa de Caficultores, Jardín Botánico, Artesano, Sena), Festival de la Trucha en Salento (Alcaldía y ), Festival Arte y Farol en Quimbaya (Alcaldía y Junta de comerciantes), Festival Montenegro, Turístico y Cultural (Alcaldía, Junta de Comerciantes), Festival del Plátano en Pueblo Tapao (Mall del Café, Alcaldía de Montenegro, Junta de Comerciantes), Festival Sabor Tropical en la Tebaida (Junta de comerciantes), Sabe a Quindío (Acodrés) y la Ruta del Capuchino en todo el departamento.

Y es que según nuestro observatorio, en los festivales realizados este año, si bien entre el 40 % y el 70 % de los asistentes fueron residentes del mismo municipio, el 20 % y el 35 % llegaron desde otros municipios del departamento. A esto se suman visitantes de regiones como Valle, Risaralda, Caldas, Antioquia y Cundinamarca, que representaron entre el 10 % y el 30 %, e incluso un 2 % de visitantes internacionales en algunos eventos.

Esto significa algo muy claro: los festivales no solo activan la economía local, sino que amplían el radio de influencia del Quindío y fortalecen su posicionamiento como destino familiar, cultural y gastronómico. Pero más allá de la experiencia, está el impacto económico. Los festivales generaron una derrama directa que para los expositores, producto de sus ventas reportadas.
Y esto sin contar los efectos indirectos: compras de insumos, transporte, logística, artistas, montaje, comercio vecino, restaurantes y servicios locales, que amplifican de manera significativa el beneficio real para la economía regional. También hubo impacto en el empleo. Entre el 10 % y el 20 % de los expositores contrataron personal adicional, con un promedio de dos a cinco personas por punto de venta, muchas veces integrando a sus propios núcleos familiares. Así, los festivales se convierten en una plataforma de ingresos, aprendizaje y fortalecimiento del tejido social.

Es claro que son muchos los actores apostándole a este tipo de festivales, otros ejemplos como el Festival Mitos y Leyendas, las ferias artesanales, los encuentros gastronómicos y culturales realizados en distintos municipios, se suman a ese objetivo de convertir al Quindío en un epicentro de eventos.

Creemos firmemente que este modelo debe replicarse y fortalecerse, por eso la invitación es a que en 2026, muchas  más entidades públicas y privadas se sumen a este tipo de iniciativas, que representan inversión en economía, en marca de territorio, en empleo y en posicionamiento regional.

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