Las obras de la carrera 19, y como cualquier obra de infraestructura que represente desarrollo competitivo para la capital quindiana, es apoyada por la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío y vale la pena decir que también los comerciantes del sector reconocen la importancia de las obras, en tanto estas no repercutan en la disminución de sus ventas y minimice el flujo de clientes por incumplimiento en los tiempos de cronogramas y es aquí, cuando decimos: las obras deben avanzar y a un ritmo mayor.

Pese a las continuas reuniones con la empresa Amable, la interventoría y el consorcio a cargo donde se definen acciones de mejora, los avances no han sido los esperados. Temas como el plan de contingencia de movilidad vial, cronograma, incremento de la actividad laboral durante fines de semana, plan de seguridad para protección de las zonas cercadas por las polisombras que quedan vulnerables ante el acceso a ladrones y finalmente, aplicación de un acelerante que permita que los suelos tomen la textura óptima en menos tiempo, son algunos de los temas que desde antes del inicio de las obras la cámara de comercio solicitó para darle celeridad a este sector que, además de ser altamente concurrido por peatones y vehículos, tiene una importante influencia comercial.

Cuando las zonas comerciales son las principales afectadas durante las adecuaciones de las vías, los planes de contingencia y cronogramas, exigen el compromiso de todos los actores involucrados en este caso, Amable, EPA, Setta, Edeq, entre otros, así como de parte de los contratistas quienes deben dar cumplimiento a los tiempos estipulados para mitigar al máximo los impactos que esto genera, y para ello, el monitoreo, supervisión y la información oportuna a los comerciantes y ciudadanía en general sobre las fases a intervenir, cierres de vías o accesos temporales, deben responder a la magnitud de la obra.

Así pues, reiteramos: bienvenidas las obras bajo parámetros de cumplimiento en cronogramas estrictos con la supervisión de la empresa Amable y las correspondientes interventorías que respondan a las necesidades no solo de infraestructura vial sino de carácter comercial, social, de seguridad y control vehicular.