La situación de las ventas ambulantes en el centro de Armenia requiere autoridad para mitigar sus impactos ya conocidos por todos: congestión vehicular, la obstrucción de andenes, la falta de visibilidad de establecimientos comerciales formales y el riesgo sanitario para los consumidores son solo algunos de los problemas que aquejan a la ciudad.
La presencia de vendedores estacionarios y ambulantes en el centro de la ciudad ha convertido nuestros principales parques (Plaza de Bolívar, Sucre y Fundadores) en un mercado informal, donde la falta de control y regulación es evidente. Esto no solo afecta la estética de nuestra ciudad, sino que también genera problemas de movilidad y seguridad.
Los empresarios son los primeros en sentir el impacto de esta situación. La imposibilidad de visualizar por ejemplo los avisos de sus establecimientos debido a la gran cantidad y tamaño de los parasoles producto de los vendedores requiere soluciones contundentes máxime cuando estos pagan un 15 % al momento de liquidar el ICA (Impuesto de Industria y Comercio) por concepto de Avisos y Tableros.
Pero no hablemos solo los empresarios, los peatones se ven obligados a transitar por la vía, exponiéndose a riesgos, debido a la ocupación de los andenes, ni qué decir de las personas con limitaciones de locomoción, que ven impedido su acceso a las rampas de ascenso y descenso y sumado a esta limitación y desorden en la movilidad llegan las congestiones en vías de acceso al centro de la ciudad.
Lo anterior, sin contar la imposibilidad de generar rigor y control en los cuidados frente a la manipulación de alimentos que genera riesgo al consumidor y la presencia de cilindros de gas propano y fogones con carbón con riesgo al transeúnte. Controles que sí se efectúan a los restaurantes formales quienes compiten en desequilibrio con quienes no cuentan o cumplen con las normativas vigentes.
Finalmente, cabe destacar que el plan de acción presentado por la Alcaldía para dar cumplimiento a la acción popular en relación al espacio público, no se ha visto reflejado en acciones contundentes, permanentes y de largo plazo y en este sentido, con una temporada decembrina cerca, es fundamental que las autoridades municipales tomen medidas anticipadas para evitar que la situación empeore.
En conclusión, la situación de las ventas ambulantes en Armenia requiere una acción urgente y coordinada. Para abordar esta problemática, es fundamental establecer regulaciones claras, implementar medidas de control y supervisión, y fomentar la colaboración entre empresarios, autoridades y ciudadanos, definir estrategias en torno al Centro Comercial del Café y La Plaza Minorista dando traslado a SETTA con punto de activación y reactivar el Comité de Espacio Público con el que alguna vez se contó. La Cámara de Comercio de Armenia está dispuesta a trabajar en cooperación con las autoridades municipales para encontrar soluciones sostenibles. La ciudad merece recuperar el espacio público.