lunes, junio 9, 2025

Recientemente hablé de “integración regional” para impulsar el desarrollo en los tres departamentos del Eje Cafetero. Hoy, y en esta misma línea, quiero exponer el potencial de la economía plateada (o “silver economy”) como eje articulador de estrategias de inversión, rutas turísticas, y en general como una vía para explorar un mercado creciente, un segmento que representa no solo un desafío social, sino también una excelente oportunidad para el fortalecimiento de nuestra región: desde la promoción turística hasta el impulso del sector salud, la generación de empleo y la creación de espacios donde la experiencia de esta población enriquezcan el tejido económico y cultural del Quindío y en general del Eje Cafetero.

El contexto demográfico implica la necesidad de una mirada integral, para el caso del Quindío, sin duda esta es una población creciente, lo que nos obliga a repensar no solo políticas públicas sino la oferta de servicios.

No podemos desconocer que, si bien hay gran potencial de oportunidad, también nos enfrentamos simultáneamente a un desafío en la atención social para las personas mayores, que merece otra discusión. Sin embargo, en este escenario me referiré a las oportunidades para la población de pensionados, por citar un ejemplo puntual, que eligen nuestra región como destino de retiro y recreación. Lo anterior, nos abre una ventana para potenciar la silver economy en torno a quienes llegan con capacidad de consumo y con voluntad de disfrutar de un entorno tranquilo, saludable y culturalmente rico en una región reconocida como núcleo económico y turístico del Eje Cafetero.

Hay que decir que este nuevo dinamismo sienta las bases para la diversificación creciente de la oferta: alojamientos turísticos con altos estándares de infraestructura, gastronomía y entorno, lo que motiva a los distintos sectores a explorar nuevas tendencias y adaptar sus propuestas a una generación que, lejos de retirarse del consumo, exige calidad, comodidad y experiencias significativas.

Del mismo modo, el Eje Cafetero consolida importantes iniciativas que tenemos en turismo de salud: clínicas, centros de rehabilitación y spas termales en la región se han enfocado en programas de recuperación cardiovascular, fisioterapia y bienestar general. Esto abre puertas para paquetes integrales en esta tipología de turismo: chequeos médicos preventivos, terapias complementarias, así como talleres de nutrición y actividades culturales que promuevan la actividad continua en las personas mayores.

A su vez, se pueden impulsar iniciativas de emprendimiento senior: proyectos gastronómicos, artesanales o de atención al cliente donde los mismos jubilados participen como mentores o proveedores de servicios, aportando su experiencia.

Finalmente, lejos de considerar el envejecimiento como una carga, debemos valorar la sabiduría, la experiencia y el capital relacional de las personas mayores, tanto de nuestra comunidad local como de quienes nos visitan o eligen quedarse. Muchos han encontrado en el Quindío un lugar ideal para su retiro, y esa elección, articulada con nuestros departamentos vecinos, abre valiosas oportunidades de desarrollo social, económico y cultural para toda la región.

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