
La integración regional de Quindío, Caldas y Risaralda como motor para impulsar nuestra competitividad y bienestar colectivo es una ruta a la que deberíamos apostarle hoy. Más que vecindad geográfica, los tres departamentos compartimos historia, paisaje y vocaciones productivas. Sin embargo, hay que reconocer que todos desarrollamos iniciativas aisladas pero que, si nos integramos, podríamos potencializarlas y multiplicar oportunidades.
Hablo de proyectos conjuntos de infraestructura vial, comercio regional y turismo, por mencionar algunos. Si evaluamos, por ejemplo, la pasada temporada de Semana Santa, el Quindío recibió un incremento notable de visitantes provenientes de Caldas y Risaralda con respecto a años anteriores, lo que evidencia la oportunidad de diseñar productos integrados: circuitos, plataformas digitales, paquetes que combinen atractivos y flujos turísticos, aprovechando esa valiosa conectividad terrestre con la que contamos.
Si hablamos de conectividad vial y aeroportuaria como pilar para reducir tiempos de desplazamiento y costos logísticos en la región, es claro que las alianzas permitirían gestionar e impulsar proyectos conjuntos que beneficien a los tres departamentos, como los planteados por IP Conexión Centro. En el ámbito aeroportuario, la modernización de los aeropuertos abre la puerta a vuelos directos desde nuestras ciudades capitales medianas y vuelos turísticos desde el exterior, conectando, a su vez, nuevos públicos diferenciales para quienes debemos contar con una oferta multidestino.
Y qué decir de las oportunidades en sectores como café y agroindustria, que no solo sumaría volúmenes para exportación, sino que facilitaría innovación tecnológica compartida. Escenarios y sectores como salud, educación, tecnología.
En conclusión, la invitación está fundamentada en construir una hoja de ruta compartida, entre empresarios, los sectores público, privado y académico de Caldas, Quindío y Risaralda, que permita trazar metas comunes, cerrando brechas y concertando esfuerzos como un referente de competitividad colaborativa. Es hora de dar ese paso decidido: la integración regional como un propósito.