
En el marco de la celebración de las fiestas aniversarias de nuestra querida Armenia, vale la pena hacer una reflexión sobre el sentir de ser armenios, lo que debe traducirse en buenas acciones, en ese sentido de pertenencia y en un compromiso colectivo por nuestra ciudad.
Durante estos días, las calles se visten de fiesta, el Yipao nos convoca y las expresiones culturales reafirman nuestra identidad. Pero esta conmemoración también nos invita a reconocer que ese espíritu que aviva el ser armenios debe reflejarse en nuestra cultura ciudadana: en el respeto por el espacio público, el cuidado de nuestras vías, la correcta disposición de residuos, la amabilidad con quien nos visita y, sobre todo, en el apoyo decidido al comercio local, que es el corazón económico de nuestra capital.
Reconocemos el esfuerzo de la Administración Municipal por el despliegue logístico y cultural de estas celebraciones, y a los empresarios que, con entusiasmo, se preparan para recibir a los turistas que llegan en el marco de la semana de receso. Su compromiso y esfuerzo reflejan la hospitalidad que caracteriza a nuestra gente y el deseo de seguir posicionando a Armenia como un destino acogedor y competitivo.
Las fiestas aniversarias de Armenia, simbolizan el legado que nos recuerda que Armenia nació del esfuerzo, la resiliencia y la visión de quienes creen en el corazón del país con una visión positiva, sin desconocer los grandes retos que nos aquejan, pero también con esos atributos que nos caracterizan como nuestra ubicación estratégica – conectada por tierra y aire al resto de Colombia y del mundo – que nos impulsa a seguir soñando con grandeza.
Ser armenios es sentir orgullo por lo que somos, cuidar lo que tenemos y trabajar unidos por lo que queremos. Que esta celebración no solo nos llene de alegría, sino también de propósito. Que cada Yipao, cada sonrisa y cada saludo cordial reafirmen que Armenia es una ciudad que florece cuando su gente cree, respeta y actúa con amor por su tierra.
Para finalizar, es oportuno exaltar el reconocimiento otorgado a Alberto Gómez Mejía, presidente y fundador del Jardín Botánico del Quindío, quien recibirá la Orden Cordón de Los Fundadores, sin duda un merecido homenaje a su dedicado compromiso por el medio ambiente y promoción de nuestra biodiversidad. ¡Feliz Aniversario Armenia!