El auge de los cafés especiales se ha convertido en un auténtico motor de desarrollo económico y turístico para nuestra región. Desde nuestro Observatorio de Café de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, se evidencia cómo la producción de 18 millones de kilos de café (cifra del Comité de Cafeteros) en 2024, tuvo mayor competitividad, gracias a un trabajo decidido de transformación donde las plantas tostadoras tienen gran incidencia.

En este sentido, haber transformado un 22 % de la cosecha logró un incremento del 26 % en el precio final, llevando el valor total de la producción a 90.491.933 millones de dólares. Si dicho café no hubiera tenido ningún grado de transformación, nuestro sector habría facturado solo 71.628.592 millones de dólares, es decir, 18.863.341 millones de dólares menos.

Este esfuerzo de agregar valor no solo aumenta los ingresos de los caficultores, sino que fortalece toda la cadena: desde los productores hasta las plantas tostadoras y las más de 280 tiendas especializadas existentes en el Quindío. Y es que vale la pena resaltar que en la última década el número de tiendas de cafés especializadas ha incrementado en un 280 %, consolidándose como un nuevo atractivo turístico en el departamento y una nueva posibilidad de crear empleos fijos.

Las tiendas de café quindiano no son solo puntos de venta: se han convertido en escenarios vivenciales donde visitantes nacionales y extranjeros descubren la riqueza de nuestro origen. Además, en nuestras encuestas, el 84.8 % de los consumidores destaca la limpieza del establecimiento como factor decisivo para volver, seguido por la atención del personal (81.9 %) y la calidad del producto (76.3 %). Esto demuestra que, más allá de la taza, lo que vendemos es una experiencia integral.

En un contexto de recuperación pospandemia y reactivación turística, el turismo de café se perfila como una de las grandes apuestas para el Quindío. Rutas temáticas, visitas a fincas, catas dirigidas y talleres de barismo no solo generan derrama económica, sino que fortalecen el sentido de pertenencia y promueven el desarrollo sostenible del sector. Por ello, desde la Cámara de Comercio impulsamos alianzas público-privadas para seguir impulsando el consumo de cafés transformados. La Ruta del Capuchino, Ruta Café de Autor y Barista Junior son algunas de las iniciativas que han permitido darle visibilidad a empresarios de este sector.

El objetivo es claro: elevar el estándar de lo que significa transformar nuestra materia prima en un producto premium capaz de competir en los mercados globales, además de conquistar el mercado local y nacional para hacernos embajadores de estas variedades.

Si queremos que el café siga siendo motor de desarrollo local, debemos continuar apostando por la innovación y la agregación de valor. Los cafés especiales, un impulso al desarrollo regional.

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