
En nuestro departamento contamos con una fortaleza pocas veces reconocida: una localización privilegiada, condiciones climáticas favorables y un aeropuerto con potencial real para convertirse en uno de los más competitivos de la región, y hay que decirlo, sin sonar pretenciosos: con atributos que superan a los departamentos vecinos y que podrían posicionar a nuestra terminal aérea como una de las más apetecidas en Colombia por su geolocalización estratégica y demás atributos antes nombrados y claramente si actuamos oportunamente como región.
Todos sabemos que El Edén no es solo una terminal aérea; es una puerta hacia el crecimiento, la conectividad, el turismo, el comercio y la proyección internacional. Hoy más que nunca urge que lo veamos con la lente del futuro, no solo del presente.
Es necesario decir que si bien el escenario de inversión nacional no es alentador, aquí es donde la responsabilidad, articulación y liderazgo se vuelven indispensables. Los Gremios, y fundamentalmente los gremios del Turismo, los gobiernos municipal y departamental, parlamentarios y por supuesto la misma Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, tenemos la obligación de unir la voz, en especial aprovechar la presencia y vocería local en espacios nacionales con el que cuentan gremios altamente especializados en este segmento, como es la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo – Anato, que además ha ganado importante posición en su junta nacional por parte de un quindiano que hoy nos representa como sector y región.
Sabemos la importancia de contar con un Plan Maestro; sin embargo, detrás de ello, hay que exigir su cumplimiento, su financiación, su seguimiento. Tenemos que ser proactivos en la gestión nacional para que los recursos bajen, y asegurarnos de que esos recursos se inviertan de forma eficiente. Hay que insistir y no desistir.
Y seguiré afirmando que posterior a esa gestión de recursos para culminar las obras y entregar un aeropuerto competitivo, el Quindío necesita un doliente comercial. Necesita un aeropuerto que no solo esté listo en infraestructura, sino también en gestión comercial. La Aeronáutica Civil, como entidad pública, tiene restricciones que le impiden actuar con la agilidad comercial que este momento exige y que a hoy es nula. Se debe buscar una figura funcional y comercial como lo tiene Pereira, Bogotá, Medellín, por mencionar algunas, que desarrollan acciones puntuales de comercialización del aeropuerto.
Y soy insistente con lo siguiente: este no es solo un llamado a las autoridades. Es un llamado a todos los gremios del turismo, a Anato, a Cotelco, a los alcaldes, al gobierno departamental y municipal, parlamentarios y a la Cámara de Comercio. Reiteramos que no podemos aceptar la parálisis de los recursos nacionales y esperar sin gestión, por el contrario, desde la unión debemos seguir haciendo reiterativa nuestra insistencia tocando puertas a nivel nacional.
Que los gremios del turismo lleven al escenario nacional y regional una propuesta unificada con las cifras y relaciones a las que tienen acceso, donde los demás actores nos sumemos para colocar al Edén como aeropuerto bien gestionado.
Necesitamos unidad, enlaces nacionales y estrategia local para que ese Plan Maestro no se quede en papel, las inversiones se ejecuten y, sobre todo, para que el aeropuerto se convierta en un motor de empleo, competitividad y visibilidad global.