Es fundamental reflexionar sobre la importancia del reciclaje, no solo como una acción ambiental, sino como una estrategia de impacto directo sobre el comercio y la calidad de vida. En nuestra ciudad, el entorno comercial depende en gran medida de la imagen y limpieza de nuestras calles, y el reciclaje juega un papel crucial en ello.

Uno de los principales desafíos que enfrentamos es la correcta gestión de los residuos sólidos. Cada día, los comerciantes, empresarios y ciudadanos generan residuos que si no manejamos adecuadamente se convierten en basura afectando no solamente al medio ambiente, sino que también contribuyen al deterioro de nuestras calles y a la aparición de problemas sociales. Por mencionar un ejemplo: los habitantes en condición de calle, quienes, al buscar materiales reciclables para vender, terminan esparciendo basura por las calles, lo cual se origina en parte, por la inadecuada disposición de residuos y otros aspectos como el no cumplimiento en los horarios para sacar la basura, situación que se origina o empeora en la medida que no existe una cultura del reciclaje.

Parte de la solución, está justamente en la correcta separación en la fuente, donde una herramienta es el código de colores que busca orientar al ciudadano en cómo gestionar sus residuos, sin embargo, de manera práctica lo importante es no mezclarlos y fomentar una cultura de disposición adecuada apoyándose en los diferentes gestores de residuos con los que contamos en el Quindío.

Un ejemplo de dichos gestores son las asociaciones de la economía popular (recicladores) y emprendimientos alineados a la labor del reciclaje. Estas organizaciones son aliados importantes y su labor, sin duda toma hoy mayor relevancia en este proceso de adoptar conciencia y cultura de reciclaje como parte del mejoramiento del entorno para los negocios. En este punto y dada la importancia del tema, la Cámara de Comercio cuenta hoy con un área especializada para implementar en las empresas y negocios sus sistemas de gestión ambiental.

Por otro lado, entidades como la CRQ cuenta con la información de gestores de residuos que están avalados para recolectar y dar una disposición final adecuada a residuos especiales como las llantas, escombros, aceite usado en el sector gastronómico, entre otros.

Es necesario también mencionar el trabajo de las empresas públicas de aseo, donde se insiste en la importancia de seguir los horarios establecidos para la recolección de basuras, un deber tanto de los empresarios como de la misma institucionalidad dedicada a la labor. Si ambos, dan cumplimiento a las jornadas de recolección programadas, evitamos que las basuras queden en las calles durante largos períodos. Esta disciplina no solo mejora la estética del entorno, sino que previene la atracción de plagas y enfermedades, aspectos que afectan la calidad de vida de los habitantes y la dinámica comercial.

En conclusión, el reciclaje no es solo una obligación ambiental, sino una estrategia fundamental para potenciar el entorno comercial.

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